23 febrero 2015

Gallinitas Ponedoras


En estos últimos años se ha publicado mucha información acerca de la importancia de consumir alimentos frescos y cultivar lo más posible y existen hoy por hoy, muchas iniciativas en esa dirección. Hoy día vemos cada vez más en los supermercados, productos etiquetados como órganicos con el fin de identificar aquellos que vienen de fincas y granjas en donde el cultivo de alimentos se dan en condiciones naturales, sin yerbicidas, insecticidas ni químicos. De igual manera, aquellos productos como carnes, quesos, huevos, etc. derivados de animales criados fuera de jaulas, pastando y alimentándose en espacios amplios y libre de hormonas. Puedes acceder a este enlace para más detalle en este tema, pues lo encontré bastante informativo.

http://www.alimentacion-sana.org/informaciones/novedades/organicos1.htm

De igual manera, hay una nueva tendencia al cultivo en el hogar, estableciendo huertos caseros en sus patios repletos de yerbas aromáticas, tomates, ajíes, pimientos, etc. No es necesario tener un enorme patio, en poco espacio se pueden hacer maravillas. Anteriormente he escrito sobre huertos en tiestos (macetas) que son tan exitosos como cuaquier otro método. No hay mejor satisfacción que recoger nuestros frutos, producto de nuestro trabajo y dedicación.

Quienes han cambiado esos hábitos de alimentación y han optado por consumir productos orgánicos y frescos <no aquellos que vienen de países lejanos> conocen la diferencia, saben de lo que estoy hablando. Qué mejor que una ensalada con tomates frescos, acabaditos de arrancar de la planta, con lechuga del país y un rico queso requesón hecho en casa (más adelante les dare la receta, es muy fácil de hacer).

En casa, en nuestra finca, hemos tratado de todo, y aún nos queda mucho por añadir, como por ejemplo un corral de gallinas ponedoras. A mi Tony y a mí nos encanta un rico desayuno de huevos fritos, no hay nada mejor que eso, y el poder recoger huevos frescos de nuestras propias gallinas no tendría precio. Mientras tanto, tenemos la opción de comprar huevos frescos, de gallinas libres, de la finca de nuestra amiga y vecina Delia.

 
 


 
 
Cuando nuestros hijos nos visitan, sobretodo el mayor, preguntan si tenemos huevos de sus gallinas, y nuestra nietecita mayor, nos pide muy entusiamada que la llevemos a ver las gallinas para ir a alimentarlas. Ya es tradición llevar a Lucía a visitiar a Delia en nuestro vagón y Natalia, nuestro nieta menor, disfruta muchísimo de ese paseo.



Construir un gallinero está en planes para este año, y nos entusiasma muchísimo la idea de tener nuestras propias gallinas, cuidarlas, alimentarlas bien y al final del día recoger sus huevos. Cuando nuestras nietas vengan a visitar les encantará poder echarles el maíz, recoger huevos en las mañanas y hasta ver alguno que otro huevo romperse con el pico de un nuevo polluelo. Ya me las imagino con una sonrisa de alegría y emoción buscándoles nombres a cada uno. Y quién no le gusta ver corretear los pollitos detrás de sus mamás?




Bien valdrá el esfuerzo y el trabajo que conllevará tenerlas, y ellas nos lo agradecerán regalándonos los mejores huevos que pudiéramos comer. Nada más enriquecedor y saludable que tenerlos para un rico y atesorado desayuno.

Nos leemos en la próxima!