13 marzo 2015

Renovando Energías en el Hogar



De cada cierto tiempo me gusta que las cosas en mi casa se vean diferentes, claro está sin que ello implique tener gastos extraordinarios que me saquen de mi presupuesto usual o que afecte mi meta de tener ciertos ahorros. Cuando miro las fotos de años atrás me río de cuánto ha cambiado mi gusto o como dirían los que saben de esas cosas, mi estilo de decorar. Pienso que mi cabecita es muy creativa, y que funciona como una cámara de vigilancia siempre atenta a lo que ven mis ojos y cómo ello influye en mi estado de ánimo. Llega el momento que mi batería se descarga y requiere de un refuerzo de energías y entonces mi lado creativo dice presente, y a trabajar! 
 
Antes

Hoy
 
Entre las cosas que ya llamaban a una renovación estaban mis mesas de noche o decorativas. Las de hierro y metal estaban presentando inicios de moho y la de madera ya su color azul no iba bien en la habitación donde la tenía.
 
No tuve que invertir mucho, con unos $20USA compré 3 potes de pintura en aerosol color hueso (heirloom white American Accent) 1 lata de pintura color blanco (blossom white American Accent) y 1 pote de pintura en aerosol color negro (flat black American Accent) más 2 brochas medianas.
 

Antes de la renovación

Para la mesa de madera usé mi lijadora tipo ratón (por su forma) con una lija #120 para suavizar la superficie sin necesidad de raspar o sacar la pintura original.

Lijando la mesa de madera

Luego se le pasa un paño para limpiar residuos de pintura
 
Una vez terminé de lijar la mesa procedí a pintar. La pintura que uso es a base de agua y por ello seca rápido y es muy es fácil de aplicar. Además las brochas limpian con agua lo que puedes volver a usarla inmediatamente luego de secarla bien, inclusive usando otro color si fuera el caso.

En proceso

En el caso de las mesas de hierro y metal, raspé aquellas áreas donde la pintura se estaba abriendo hasta que no quedaran pedazos expuestos. Luego con un cepillo de alambre suavicé esas áreas para que al aplicar la nueva pintura quedara uniforme. Subí la mesa en mi carretón de jardín porque de esa manera no tenía que agacharme tanto para llegar a las partes bajas de la mesa. Luego la volteé con el tope hacia abajo para cubrir bien las áreas que no se ven a simple vista.

Cambio total, de rojo vino a crema
 
El mismo procedimiento hice con la mesa negra de hierro, A ésta no le cambié su color, simplemente le dí un retoque para que volviera a verse como nueva.
 
Una vez terminé con cada una de ellas, las expuse al sol por un rato hasta que secaran bien, lo que no tomó mucho tiempo. Ya listas las ubiqué en sus lugares correspondientes y quedaron nítidas!

 
Mesa negra de hierro de mi taller
 
Mesa de metal en nuestra habitación 

Mesa de madera ahora en crema
Habitación de huéspedes
 
No crean que con esta pequeña renovación de mesas he terminado de trabajar en la casa. Ahora quiero pintar todas las habitaciones y estoy considerando pintar también las camas, un total de tres. Llegado el momento compartiré con ustedes estos proyectos que quiero completar antes que acabe el año, bueno, eso espero.
 
Ya saben, no se requiere de mucho esfuerzo ni dinero para darle un toquecito nuevo a los interiores de tu hogar, solo un poco de tiempo y voluntad. Ojalá que logre yo animarlas en esas tareas que tanto queremos llevar a cabo y no sabemos cómo empezar. Así que a renovar las energías que fluyen en tu hogar.
 
Será hasta la próxima!


23 febrero 2015

Gallinitas Ponedoras


En estos últimos años se ha publicado mucha información acerca de la importancia de consumir alimentos frescos y cultivar lo más posible y existen hoy por hoy, muchas iniciativas en esa dirección. Hoy día vemos cada vez más en los supermercados, productos etiquetados como órganicos con el fin de identificar aquellos que vienen de fincas y granjas en donde el cultivo de alimentos se dan en condiciones naturales, sin yerbicidas, insecticidas ni químicos. De igual manera, aquellos productos como carnes, quesos, huevos, etc. derivados de animales criados fuera de jaulas, pastando y alimentándose en espacios amplios y libre de hormonas. Puedes acceder a este enlace para más detalle en este tema, pues lo encontré bastante informativo.

http://www.alimentacion-sana.org/informaciones/novedades/organicos1.htm

De igual manera, hay una nueva tendencia al cultivo en el hogar, estableciendo huertos caseros en sus patios repletos de yerbas aromáticas, tomates, ajíes, pimientos, etc. No es necesario tener un enorme patio, en poco espacio se pueden hacer maravillas. Anteriormente he escrito sobre huertos en tiestos (macetas) que son tan exitosos como cuaquier otro método. No hay mejor satisfacción que recoger nuestros frutos, producto de nuestro trabajo y dedicación.

Quienes han cambiado esos hábitos de alimentación y han optado por consumir productos orgánicos y frescos <no aquellos que vienen de países lejanos> conocen la diferencia, saben de lo que estoy hablando. Qué mejor que una ensalada con tomates frescos, acabaditos de arrancar de la planta, con lechuga del país y un rico queso requesón hecho en casa (más adelante les dare la receta, es muy fácil de hacer).

En casa, en nuestra finca, hemos tratado de todo, y aún nos queda mucho por añadir, como por ejemplo un corral de gallinas ponedoras. A mi Tony y a mí nos encanta un rico desayuno de huevos fritos, no hay nada mejor que eso, y el poder recoger huevos frescos de nuestras propias gallinas no tendría precio. Mientras tanto, tenemos la opción de comprar huevos frescos, de gallinas libres, de la finca de nuestra amiga y vecina Delia.

 
 


 
 
Cuando nuestros hijos nos visitan, sobretodo el mayor, preguntan si tenemos huevos de sus gallinas, y nuestra nietecita mayor, nos pide muy entusiamada que la llevemos a ver las gallinas para ir a alimentarlas. Ya es tradición llevar a Lucía a visitiar a Delia en nuestro vagón y Natalia, nuestro nieta menor, disfruta muchísimo de ese paseo.



Construir un gallinero está en planes para este año, y nos entusiasma muchísimo la idea de tener nuestras propias gallinas, cuidarlas, alimentarlas bien y al final del día recoger sus huevos. Cuando nuestras nietas vengan a visitar les encantará poder echarles el maíz, recoger huevos en las mañanas y hasta ver alguno que otro huevo romperse con el pico de un nuevo polluelo. Ya me las imagino con una sonrisa de alegría y emoción buscándoles nombres a cada uno. Y quién no le gusta ver corretear los pollitos detrás de sus mamás?




Bien valdrá el esfuerzo y el trabajo que conllevará tenerlas, y ellas nos lo agradecerán regalándonos los mejores huevos que pudiéramos comer. Nada más enriquecedor y saludable que tenerlos para un rico y atesorado desayuno.

Nos leemos en la próxima!